miércoles, 3 de octubre de 2007

Innovación y comodidad entre cuatro paredes

A pasos de la Plaza Brasil, centro cultural y corazón del barrio, están ubicados los dos principales condominios de lofts. A pesar de su aspecto simple y a medio terminar, este nuevo concepto de vivienda forma parte de las nuevas tendencias arquitectónicas y cada día más personas deciden trasladarse al sector para obtener exclusividad y confort, pero sin perder tradición y cultura.

En el año 2001, la inmobiliaria Ipanema Ltda. decidió arriesgarse con un proyecto poco conocido en Chile, pero que de seguro en un futuro tendría gran éxito. En Europa la era de los lofts estaba en su mayor auge y cada vez más personas decidían adquirir este tipo de propiedades. Se trata de departamentos que generalmente no sobrepasan los 100 metros cuadrados, en su interior no contienen separaciones entre los ambientes y por ende las puertas no cumplen ninguna función. Sin duda, lo que más los caracteriza es que son construcciones poco complejas pero a la vez firmes y además sus paredes interiores y exteriores no tienen recubrimiento lo que permite una decoración libre y minimalista.

El concepto de loft nace después de la Segunda Guerra Mundial, en ciudades como Nueva York y Chicago, en donde grupos de artistas empezaron a ocupar grandes bodegas vacías para instalar sus viviendas. Aprovechando la gran altura de los galpones, superpusieron dos o tres pisos para instalar recibos de cocina, dormitorios con baño y tal ves, un taller de trabajo. Toda esta estructura estaba enmarcada por un gran ventanal, el cual permitía una vista panorámica de la ciudad.

A medida que pasaron los años, esta idea se fue perfeccionando y grandes arquitectos europeos y norteamericanos decidieron llevar a terreno la construcción de modernos lofts, pero sin nunca dejar de lado el diseño original que los caracteriza. Debido a que son viviendas de tamaño pequeño, están dirigidos generalmente a personas solteras o también a parejas, pero también hay excepciones en que familias de pocos hijos deciden comprar uno.

La intención de importar el proyecto de los lofts a Chile es atraer a un público determinado, el cual abarca principalmente a adultos jóvenes recién egresados de su carrera profesional o que están comenzando su vida laboral, además de estudiantes universitarios que desean tener algún grado de independencia de sus padres, o que simplemente buscan vivir más cerca de su lugar de estudio. Dentro de los condominios de lofts del barrio Brasil, existen dos ubicados alrededor de la plaza que son los pioneros en el rubro.

Loft Plaza Brasil, ubicado en Compañía de Jesús 2151, fue construido en el año 2001 por Cintolesi Propiedades. Su arquitectura propone un diseño moderno y su aspecto hace creer que se trata de una obra gruesa no terminada por el concreto a la vista. Con un conjunto de 78 lofts de dos niveles y 10 de 3 niveles, este condominio ofrece alternativas según el tamaño y precio que el comprador necesite. Una de las características que se observan dentro del recinto es que todos los vecinos mantienen sus ventanas sin cortinas o persianas, lo cual permite apreciar claramente la decoración de cada uno de los loft.

Rodrigo Irrazabal vive hace 7 meses en Loft Plaza Brasil. En el año 1988 estudió economía en la Universidad Arcis y diez años más tarde decidió comenzar su carrera como periodista. El barrio Brasil es algo familiar para él ya que durante sus años de estudiante caminaba siempre por las calles del sector y además se juntaba con sus amigos a comer todos los viernes en el restorán “Don Feño”, ubicado en la calle Huérfanos. Después de cumplir 30 años, sus ganas por volver al barrio de juventud eran inmensas, por lo que compró un loft frente a la plaza. Señala que las ventajas de éste es que tiene una vista impresionante de la cuidad y que además la ubicación en que está en torno al sol hace que en el invierno sea temperado y en el verano lo suficientemente fresco.

Otra razón que influyó en su decisión de trasladarse a esta comunidad es que tiene un sistema unieléctrico, es decir que no existe el uso de gas, sino que todo funciona a base de electricidad. En relación a sus vecinos, cuenta que hay de todo. Hay algunos que siempre hacen fiestas hasta muy tarde y otros más tranquilos, muy pocas veces se han producido problemas por temas de convivencia. “Creo que vivir en Brasil es muy entretenido, porque se junta mucha gente de la misma onda, la plaza reúne un ambiente cultural muy rico y además es central. El condominio en que vivo yo es súper agradable, todos se conocen e incluso varios compañeros míos de la universidad están viviendo acá. A veces en la noche hay ruido, pero lo mejor de todo es cuando el viejo sube a la terraza del último piso para tocar sus covers de Pink Floyd”, cuenta Rodrigo refiriéndose a un hombre que las noches de fin de semana se dedica a tocar la guitarra en la azotea del condominio.

Existe otro conjunto de lofts en la esquina de Maturana con Huérfanos 308, el cual fue construido un poco después que Loft Plaza Brasil. Su arquitectura ofrece un diseño un poco más tradicional ya que no se puede apreciar el concreto a simple vista. Sus residentes son adultos jóvenes y sobre todo extranjeros, quienes se sienten muy atraídos por los colores y olores del barrio Brasil. María Cobos hace dos años que compró un loft en este lugar. Debido a su trabajo, tuvo que dejar España, su país de origen, para venirse a vivir a Chile. Entre las opciones que

cotizó, la que más le gustó fue un loft en el primer piso de este edificio el cual incluía un jardín trasero. Cree que el barrio en general es tranquilo y tiene una gran riqueza cultural y arquitectónica, lo cual también se complementa con la variada gama de restaurantes que están distribuidos por toda la zona.” Me gusta mucho salir a comer con amigos al Ocean Pacific y también a Las Vacas Gordas porque tienen comida buenísima y además se junta mucha gente de otros países. El ambiente dentro del condominio es bueno también, eso si que a veces se les pasa la mano con las fiestas”.

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