miércoles, 12 de diciembre de 2007

Internet de desayuno, almuerzo y cena

Somos los protagonistas de nuestra propia historia. Podríamos decir que esta frase describe muy bien el rol que cada uno de nosotros cumple dentro de la sociedad, pero un nuevo actor se ha integrado a la película de la modernidad: internet quiere obtener el rol protagónico, y lo está logrando.

Envíame un e-mail para organizar la reunión de mañana. Hablemos por Messenger para coordinar las partes del trabajo que faltan. Baja una canción buenísima de The Killers que encontré ayer en la web. Sube el video de mi fiesta de cumpleaños a Youtube para que todos los que fueron lo puedan ver. Arregla mi foto en Photoshop para que mi nariz se vea más pequeña. Hace algunas décadas, todas estas frases y términos eran completamente ajenos a nosotros. A medida que Internet y el World Wide Web fueron expandiéndose por todo el mundo, las personas se comenzaron a familiarizar con el mundo online y fueron poco a poco integrándolo a su vida cotidiana.

La mayoría de nuestras actividades giran en torno Internet. Ya no podemos escapar de la tecnología como antes, cuando usar un computador era opcional y no usarlo no era motivo de estar fuera del tren de la actualidad. Existen algunos que aún se niegan a aceptar que Internet es una buena herramienta tanto de trabajo, como de comunicación, y hacen lo imposible por mantenerse alejados de la tecnología. Sin embargo, hay quienes han sabido aprovechar los beneficios que conlleva el estar conectado al mundo virtual, y han sido capaces de integrarlo a su vida cotidiana por completo.

Así como nosotros evolucionamos y nos vamos adecuando a los avances de los nuevos métodos de comunicación, Internet también lo ha hecho cuando es necesario. En un principio todos los contenidos ahí divulgados estaban bajo el control de administradores que regulaban cada comentario, herramienta y contenidos que se publicaban. Poco a poco, la web fue dando la oportunidad a sus usuarios de interactuar con otros, de opinar libremente sobre sus pensamientos, cosa que los medios de comunicación tradicionales no ofrecen cabalmente.

A través de los blogs, el mundo virtual abre las puertas a sus usuarios para que éstos propongan temas de discusión, compartan sus gustos, publiquen fotos y creaciones personales, etc. Son una instancia para comunicarse virtualmente con personas que se interesan por lo que a otros usuarios les interesa, y además da la oportunidad a su creador de regular los temas a discutir.

Otro fenómeno que ha tomado fuerza actualmente es la capacidad del ciudadano de reportear los hechos que a su parecer son noticia. Ya no son sólo los medios tradicionales los que determinan lo que es importante para las personas, sino que se da la oportunidad a la gente común y corriente de ser partícipe del mundo en que están viviendo

Tierra y cultura muelen juntas el café

De día, el solicitado plato de porotos con rienda, las abundantes porciones de chorrillana y el tradicional pisco sour artesanal tientan el olfato de quien pase por afuera de sus puertas. De noche, estas mismas puertas se abren de par en par para dar la bienvenida al desfile de notas musicales que se pasearán por el oído de los amantes de las trovas. El Café Brazil declara al amanecer, que el tiempo para dormir no está entre sus libros.
La historia del Café Brazil se comienza a engendrar hace 12 años en un pequeño local ubicado en la calle Compañía de Jesús, justo al frente de la Plaza Brasil. En sus inicios era un café al paso, lugar en donde los transeúntes se detenían unos minutos para comer un sándwich de miga, tomar una taza de café o simplemente refrescarse con un vaso de jugo natural. Luego de haber estado algunos años en el mismo sitio, los dueños del café instalado en el corazón del tradicional barrio Brasil, decidieron buscar un nuevo local que les permitiera expandir este lugar de encuentro. Sin embargo, el traslado hacia la nueva ubicación no fue nada fácil.
La familia militante comunista creadora del Café Brazil, debió luchar contra una serie de complicaciones que se le presentaron, y para lograr establecerse en Ricardo Cumming 562, lugar en donde actualmente se encuentra el café, tuvieron que imponerse ante un grupo de vecinos que peleaban fehacientemente para que ningún negocio se instalara cerca de sus hogares. Una vez que se logró conseguir todos los permisos y patentes, el Café Brazil comenzó poco a poco a llenar las calles con un manifiesto sabor a cultura y a reunir personas ansiosas de tener un espacio en donde compartir sus ideas y opiniones.
El Café Brazil no siempre se llamó de esta manera. En primera instancia, sus dueños no encontraron un nombre indicado para bautizar el local, y es justamente en el momento del traslado que surge el nombre que actualmente nos permite reconocerlo. Decidieron llamarlo así por los todos los problemas que tuvieron que superar para establecerse, basándose en la película “Brazil”, la que además hace relación al contexto histórico que se vivía en Chile en ese minuto. La dictadura de Augusto Pinochet no permitía el desarrollo cultural y regulaba toda entidad, grupo o iniciativa que buscara rescatar ideas políticas opuestas a su gobierno, lo que claramente retrasó de alguna manera el trámite de las patentes que permitirían que el Café Brazil se instalara.
Junto con el paso de los años, fue convirtiéndose en un lugar de reunión, en donde se hablaban temas de interés colectivo, como lo eran el marxismo, la situación chilena de ese minuto y la lucha por la preservación de la cultura latinoamericana que cada día se olvidaba un poco más. Algunos de los asistentes a estas largas charlas, y que el Café Brazil apadrinó como clientes frecuentes, fueron por ejemplo, el bailarín Patricio Bunster, fundador de la Escuela de Danza Espiral, quien llegaba sagradamente todos los miércoles por la noche al café.
La decoración del Café Brazil habla por sí sola. Es imposible no notar en la entrada del local una inmensa pancarta con la imagen de la fallecida Gladys Marín, símbolo que demuestra la intención de mantener viva la personalidad de la ex líder del Partido Comunista. Una pequeña entrada oscura, tapizada de afiches promocionando la visita de diversos artistas y trovadores es la tan solo un adelanto de lo que guardan las paredes del Café Brazil.
Al ingresar al lugar, inmediatamente se escucha una música de fondo, la cual debe cumplir con las condiciones que el café considera pertinentes: tienen que ser melodías de origen latino, por lo que el rock o la música en inglés no tienen cabida en este espacio. En una pared amplia que está detrás del escenario, hay un dibujo pintado a mano con colores cálidos, el cual está acompañado por la frase: “Café Brazil, lugar de encuentro, rincón de amigos”.
Las mesas y sillas que reciben a los visitantes diariamente en el café, fueron diseñadas especialmente por un carpintero cubano, quien se preocupó de que nadie más tuviera unos muebles iguales a estos, lo cual es uno de los elementos que dan al Café Brazil su propia personalidad. Cada una de las paredes que ponen de pie al lugar está repleta de pequeños mensajes escritos por personas destacadas que han visitado el café, pero también quien quiera escribir alguna opinión, hacer un dibujo, o hasta incluso dejar grabada una declaración secreta de amor, tiene la oportunidad de hacerlo.
Además, es posible ver pancartas, afiches y fotos similares a las que están en la entrada, en donde se destaca la imagen de varios líderes políticos de la historia y del mundo actual, como por ejemplo, Ernesto Guevara, Víctor Jara, Salvador Allende y Evo Morales.
Gladys Marín en casa

Al igual que cuando nació, el Café Brazil es considerado un punto de reunión importante para algunos políticos que actualmente militan en el Partido Comunista. El ambiente de familiaridad y confianza que se forma dentro de este lugar, además de la historia que acarrea la casa que se transformó para instalar el café, atraen a los seguidores del legado que en parte dejó Gladys Marín. Fue precisamente en este lugar donde se encontraba el comando presidencial de la ex presidenta del PC, y en donde además se tomaron las decisiones más importantes durante su campaña electoral.
Es ahí donde se decidió presentar la primera querella en contra de Augusto Pinochet y del gobierno militar, se definió la política civil del comando y se tomó la determinación de alzar los movimientos sociales. Vladimir Aranibar, encargado de prensa de la campaña de Gladys Marín y actual director cultural del Café Brazil, vivió desde muy cerca su carrera política. Estuvo presente en la mayoría de las reuniones que decidirían las acciones del Partido Comunista y acompañó a Gladys Marín en el momento que fue desalojado el Comité Central y luchó junto a ella contra la fuerza de Carabineros.
“La Gladys era una mujer de armas tomar, nunca se dejó llevar por las críticas que se hacían a su campaña, y cuando los militares nos sacaron del comité, ella siempre siguió con sus ideas marcadas. A pesar de que le quemaron la ropa, y a varios de nosotros nos rompieron uno que otro brazo, ella nos daba el aliento para no darnos por vencidos.” Como actual encargado de coordinar las actividades culturales del Café Brazil, Aranibar se ha encargado de mantener viva la esencia de Gladys Marín a través de una serie de charlas y homenajes.
Cuando el cáncer de la ex líder del PC ya estaba avanzado, se hizo una exposición fotográfica de varios momentos de su vida, en donde además participaron varios músicos, entre ellos Patricio Manns y Gerardo Alfonso. Otra situación que dio pie a un reconocimiento en el café, fue el caso de Eduardo Miño. Este hombre, quien era militante del partido comunista, se inmoló en la Plaza de la Constitución de Santiago en modo de protesta contra la falta de oportunidades laborales.
En el Café Brazil se le hizo un homenaje para mostrar un ejemplo de lucha y determinación, episodio que ocupa un lugar importante en la memoria del local ya que en una esquina está instalada la estatua de fierro forjado de la figura de Miño que donó un artista amigo.
Entre trovas y guitarras

Una las principales características que posee el Café Brazil es que desde el momento de su creación, hasta el día de hoy, ha prestado su escenario para que artistas de toda Latinoamérica vengan a mostrar su música a nuestra capital. Uno de los personajes más recordados entre los que han pasado por el café es Francisco Villa, uno de los principales jefes de la Revolución Mexicana. Otros artistas más contemporáneos, tales como Alejandro Filio y Silvio Rodríguez, en su momento repletaron la capacidad que tiene el café para recibir público, y fueron dibujando lo que es actualmente la lucha en contra de la pérdida de las costumbres sudamericanas que tanto defiende el Café Brazil.
Lo que diferencia este boliche de los demás, es que la totalidad de las recaudaciones que se obtienen después de cada presentación van al bolsillo de cada artista, por lo tanto es claro que el lucro queda en segundo plano. La política de anti-negocio que define al Café Brazil, permite enfocar la atención en lo que realmente le interesa a sus dueños: alimentarse de la riqueza de la cultura, y no ocupar esta misma para producir alimento.
Además de recibir a figuras reconocidas nacional e internacionalmente dentro del mundo de la música, también se le da la oportunidad a artistas novatos o poco conocidos para que muestren su música y den a conocer sus trovas y melodías en un ambiente tranquilo y mas bien familiar. El éxito de esta iniciativa está reflejado en la gran demanda que existe por conseguir entradas para los diferentes shows que se ofrecen en el café, y además, porque desde aquí hasta marzo del próximo año no existe una sola noche disponible para una presentación.
Ocurrió en cierto momento, que algunas personas intentaron aprovechar el eminente éxito que estaba teniendo el Café Brazil para así crear ingresos en beneficio propio. Como no existe ningún tipo de restricción o discriminación en torno a quien presenta su show en el café, en un principio no se les negó la entrada. Sin embargo, una vez que los dueños y coordinadores culturales notaron que los artistas estaban exigiendo que un porcentaje de la plata recaudada en su presentación se les entregara a ellos, decidieron no permitirles más la entrada al local, para que así la verdadera esencia del Café Brazil no fuera violada.
A pesar de la situación anterior, el café no niega la opción a ningún trovador de presentar sus partituras, pero la única condición inviolable es que toda música que se escuche dentro del Café Brazil debe ser de origen latinoamericana.
Cultura sin fronteras y fuera del límite

Debido a la tarea que se ha impuesto el Café Brazil de preservar la unidad sudamericana y de conservar las raíces de cada nación latinoamericana, es que ha cultivado importantes relaciones con los movimientos comunistas de otros países. Dentro de los grupos que apoyan, está el MAS de Bolivia, el frente Faraúndo Martínez de El Salvador, el frente sandinista de Nicaragua y algunos movimientos ecuatorianos, entre otros. Además de mantener un contacto continuo con los principales impulsores de estos movimientos, prestan ayuda a los grupos emergentes que se encuentran marginados en su propia sociedad.
La influencia que ha tenido el Café Brazil dentro de Chile ha generado la creación de lugares con características parecidas, en donde la cultura es su principal motor. Uno de los proyectos que se creó hace cuatro años es el Centro Social Sindicato, el cual está ubicado en la comuna de Maipú. El principal motivo que llevó a la creación de este centro viene de la necesidad de un grupo de trabajadores metalúrgicos de tener un espacio para desarrollar actividades culturales y sociales junto a su comunidad.
El Café Brazil sirvió como ejemplo para los creadores del Centro Social Sindicato, y al igual que en el primero, aquí las actividades y talleres se impartían de manera gratuita para así fomentar la participación de las personas en la cultura. A medida que pasó el tiempo, el motivo inicial comenzó a opacarse, y debido a la falta de recursos y al poco apoyo que el gobierno les brindó, tuvieron que empezar a cobrar por los talleres y a poner precio a las entradas para los shows.
“Es lamentable que iniciativas como nuestro Centro Social Sindicato tengan tan poca importancia para las autoridades. Nosotros tuvimos que dejar de lado el gusto por la música, el arte y la danza, para enfocarnos en sacar cuentas y pedir créditos para sacar nuestro proyecto adelante”. Es la opinión de Sergio Fuenzalida, actual director del centro.

El señor de las llamas

A pesar de los años de sacrificio y las leves jorobas que acarrea en su espalda, no existe razón o fuerza mayor que aleje a este hombre de su pasión. Para muchos, es difícil entender que una labor gratuita y voluntaria pueda producir remuneraciones impagables. Enrique Pérez (58) decidió entregar su vida para luchar contra las llamas, y no existe un solo minuto en que no se sienta orgulloso de haber tomado este desafío.

Este hombre residente del barrio Brasil, acaba de cumplir 40 años de voluntariado en la 9º Compañía de Bomberos. Su vocación por el servicio la fue forjando desde pequeño; era su padre quien estaba siempre contándole historias de bomberos e instándolo a que se interesara en el tema. Más adelante, Enrique decidió estudiar una carrera técnica en Prevención de Riesgos, y es ahí donde conoció a uno de sus mejores amigos en la actualidad. Miguel Ortega, quien estudiaba junto a Enrique, hace varios meses había estado interesado en ofrecerse como voluntario en la compañía de bomberos de su comuna. A la semana siguiente, los dos amigos fueron a la 9º Compañía de Bomberos a averiguar de qué se trataba el voluntariado. Desde ese minuto, su vida no se alejó más de las sirenas y las mangueras.

A pesar de tener 1,83 de altura y 90 kilos de peso, Pérez asegura que la fuerza física es el reflejo de la fuerza del corazón. Cree que de nada sirve tener poder físico si no es usado adecuadamente. “Yo soy un hombre muy bruto. Desde chico descargaba mi rabia pegándole patadas a las puertas y rompiendo platos, pero a medida que fui descubriendo una forma de canalizar esa fuerza en cosas útiles, mi vida fue tomando otro sentido”. Curiosamente, luego de décadas de apagar incendios y luchar contra fuerzas mayores, la cicatriz más notoria en el cuerpo de Enrique está en los nudillos de su mano izquierda: a los trece años, luego de una discusión con su hermano mayor, atravesó de un sólo golpe un ventanal de su casa. Aún recuerda con humor aquel episodio absurdo.

Bombero de golpe

Enrique Pérez no es un hombre de rencores. No le cuesta perdonar a los que le hacen daño, pero no soporta que ese daño sea hecho a los que no se pueden defender, y sobre todo, no perdona a los cobardes que amedrentan con las llamas. El 11 de septiembre de 1973, Enrique caminaba como todas las mañanas a su trabajo en Ferrocarriles del Estado, cuando un llamado sorpresivo enviado por la Comandancia de Bomberos de Santiago ordenó el acuartelamiento general de todos los voluntarios del país. Sin estar seguro de lo que debían hacer, los bomberos reunieron sus equipos y se vistieron de traje rojo.

Horas más tarde, las noticias informaban que Valparaíso había sido tomado por las Fuerzas Navales, mientras que en la capital, los bomberos escuchaban cómo los aviones Hawker Hunter sobrevolaban el cuartel para dirigirse al Palacio de La Moneda. Pérez se estaba preparando para cualquier panorama, y la cojera que durante las últimas semanas lo había estado molestando, no sería un impedimento para luchar por la patria. El primer incendio se inicia en la Sede del Partido Socialista, le seguiría la explosión en La Moneda. Una vez allá, Enrique y sus colegas comenzaron a ofrecer ayuda a las personas heridas, quienes no podían levantarse por sí mismos debido a la gravedad de sus quemaduras.

Un día después del golpe militar, Pérez fue trasladado al Ministerio de Defensa donde desempeñaría funciones de comunicación. Estaba a cargo de recibir los llamados del Cuartel General y despacharlos a las distintas compañías, todo esto supervisado por hombres del Ejército. A pesar de que los bomberos eran muy respetados dentro del Ministerio, Enrique cuenta que en los pasillos ya no cabían más detenidos y que estaban unos arriba de otros como animales.